A lo largo de nuestros nueve años de trabajos hemos sido testigo de la mano poderosa de Dios moviéndose en medio nuestro y de forma especial en las personas que ministramos a través de la estrategia que Dios mismo ha puesto en nuestras manos, las artes escénicas. Al final del año pasado, después de una serie de dificultades por las cuales atravesamos, Dios mediante varios profetas nos mostró que el 2009 sería un año de ensanchar nuestro territorio y donde su unción fluiría de forma impactante en cada lugar en el que estaríamos, en el transcurrir de este primer trimestre hemos evidenciado el cumplimiento de su palabra.
Este fin de semana estuvimos en la ciudad de San Juan de los Morros, una ciudad espiritualmente estratégica en nuestro país ya que es la capital del estado corazón de Venezuela, Guárico. Desde nuestra llegada iniciamos el trabajo evangelístico con presentaciones en la plaza Los Samanes, un lugar de encuentro entre trabajadores y estudiantes que allí se reúnen para tomar algún medio de transporte para sus hogares. La música y el movimiento acaparó la atención, no contamos con un buen micrófono lo cual nos impidió usar la palabra como medio de comunicación a la cantidad de personas allí congregadas pero esto no fue un impedimento para que Dios tocara los corazones a través de cada baile y drama presentado, una vez culminado el trabajo artístico muchas personas de manera voluntaria se acercaron a diferentes miembros del equipo en busca de ser ministrados. Esta experiencia nos llenó de mucho gozo ya que queda demostrado que nuestro Señor es soberano y que usa medios creativos para impactar vidas.
Posteriormente nos dirigimos a la sede de la Iglesia Centro Evangelístico Apostólico a la cual acudieron jóvenes de San Sebastián de los Reyes, La Villa, Ortiz y de la propia ciudad de San Juan de los Morros para al inicio del siclo de conferencias “Un Toque de Arte”, se comenzó con una clase abierta de arte por medio de presentaciones de bailes, mimos y trabajos de expresión corporal por parte del equipo FAPI que permitió abrir un espacio de discusión sobre las distintas técnicas usadas en cada pieza culminando con una discusión sobre el contexto bíblico de las artes.
Las conferencias continuaron el día sábado desde muy temprano tocando temas como expresión corporal, danza moderna, improvisación, voz y dicción, los alumnos tuvieron la oportunidad de poner en práctica cada técnica estudiada a la vez que los ministerio presentes expusieron su experiencia ministerial con el fin de propiciar un debate de conocimiento entre las distintas agrupaciones. Finalmente entramos en temas de sanidad emocional donde Dios derramó su sanidad y el Espíritu Santo se manifestó en la vida de los presentes a través de palabra profética, nuestro Señor nos permitió servir como mediadores entre corazones lastimados y su unción divina.
El cierre de este tiempo misionero fue en la Plaza Bolívar de la ciudad de San Juan, en las gradas del San Juanote, como popularmente es conocido, con la presencia de más de 200 personas que hasta ese momento no conocían de Dios. A través de cada baile, de cada pantomima Dios trató con la vida de los presentes, la unción creativa, el amor de nuestro Padre fluyó y obró, al hacer el llamado de salvación un gran número de personas bajaron de sus puestos con el deseo de recibir más de Él. Fue una noche de victoria, esposos, madres, jóvenes y niños decidieron abrir las puertas de sus vidas a Dios y así iniciar un cambio real.
San Juan de los Morros nos recordó que nuestra labor como cristianos debe ser incansable, en las calles, en las plazas hay muchos sentados esperando tan solo una palabra que calme sus ansiedades. Muchos fueron los que reconocieron que el sexo, drogas y otros vicios eran practicados como un intento desesperado de llenar vacíos. Hay una multitud sedienta allá afuera y somos nosotros los encargados de llevarlos a la fuente de agua eterna, a beber del agua que sacia, somos los encargados de presentar al Buen Pastor, al que dio su vida por las ovejas. Gracias por tus oraciones y tu respaldo, no olvides que Dios dejó en ti la responsabilidad de esparcir su mensaje, que en eso esté tus sueños y tus pasiones.
A lo largo de nuestros nueve años de trabajos hemos sido testigo de la mano poderosa de Dios moviéndose en medio nuestro y de forma especial en las personas que ministramos a través de la estrategia que Dios mismo ha puesto en nuestras manos, las artes escénicas. Al final del año pasado, después de una serie de dificultades por las cuales atravesamos, Dios mediante varios profetas nos mostró que el 2009 sería un año de ensanchar nuestro territorio y donde su unción fluiría de forma impactante en cada lugar en el que estaríamos, en el transcurrir de este primer trimestre hemos evidenciado el cumplimiento de su palabra.
Este fin de semana estuvimos en la ciudad de San Juan de los Morros, una ciudad espiritualmente estratégica en nuestro país ya que es la capital del estado corazón de Venezuela, Guárico. Desde nuestra llegada iniciamos el trabajo evangelístico con presentaciones en la plaza Los Samanes, un lugar de encuentro entre trabajadores y estudiantes que allí se reúnen para tomar algún medio de transporte para sus hogares. La música y el movimiento acaparó la atención, no contamos con un buen micrófono lo cual nos impidió usar la palabra como medio de comunicación a la cantidad de personas allí congregadas pero esto no fue un impedimento para que Dios tocara los corazones a través de cada baile y drama presentado, una vez culminado el trabajo artístico muchas personas de manera voluntaria se acercaron a diferentes miembros del equipo en busca de ser ministrados. Esta experiencia nos llenó de mucho gozo ya que queda demostrado que nuestro Señor es soberano y que usa medios creativos para impactar vidas.
Posteriormente nos dirigimos a la sede de la Iglesia Centro Evangelístico Apostólico a la cual acudieron jóvenes de San Sebastián de los Reyes, La Villa, Ortiz y de la propia ciudad de San Juan de los Morros para al inicio del siclo de conferencias “Un Toque de Arte”, se comenzó con una clase abierta de arte por medio de presentaciones de bailes, mimos y trabajos de expresión corporal por parte del equipo FAPI que permitió abrir un espacio de discusión sobre las distintas técnicas usadas en cada pieza culminando con una discusión sobre el contexto bíblico de las artes.
Las conferencias continuaron el día sábado desde muy temprano tocando temas como expresión corporal, danza moderna, improvisación, voz y dicción, los alumnos tuvieron la oportunidad de poner en práctica cada técnica estudiada a la vez que los ministerio presentes expusieron su experiencia ministerial con el fin de propiciar un debate de conocimiento entre las distintas agrupaciones. Finalmente entramos en temas de sanidad emocional donde Dios derramó su sanidad y el Espíritu Santo se manifestó en la vida de los presentes a través de palabra profética, nuestro Señor nos permitió servir como mediadores entre corazones lastimados y su unción divina.
El cierre de este tiempo misionero fue en la Plaza Bolívar de la ciudad de San Juan, en las gradas del San Juanote, como popularmente es conocido, con la presencia de más de 200 personas que hasta ese momento no conocían de Dios. A través de cada baile, de cada pantomima Dios trató con la vida de los presentes, la unción creativa, el amor de nuestro Padre fluyó y obró, al hacer el llamado de salvación un gran número de personas bajaron de sus puestos con el deseo de recibir más de Él. Fue una noche de victoria, esposos, madres, jóvenes y niños decidieron abrir las puertas de sus vidas a Dios y así iniciar un cambio real.
San Juan de los Morros nos recordó que nuestra labor como cristianos debe ser incansable, en las calles, en las plazas hay muchos sentados esperando tan solo una palabra que calme sus ansiedades. Muchos fueron los que reconocieron que el sexo, drogas y otros vicios eran practicados como un intento desesperado de llenar vacíos. Hay una multitud sedienta allá afuera y somos nosotros los encargados de llevarlos a la fuente de agua eterna, a beber del agua que sacia, somos los encargados de presentar al Buen Pastor, al que dio su vida por las ovejas. Gracias por tus oraciones y tu respaldo, no olvides que Dios dejó en ti la responsabilidad de esparcir su mensaje, que en eso esté tus sueños y tus pasiones.
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